Lo que se dice: que la ivermectina, un medicamento antiparasitario, es útil para tratar todos los tipos de cáncer, ya que la mayoría “son parásitos”.
Lo que sabemos según la evidencia científica: el cáncer engloba decenas de enfermedades caracterizadas por una multiplicación sin control de algunas células, el cáncer no son parásitos y la ivermectina no ha mostrado ser eficaz contra él en personas.
Circulan contenidos que señalan que la ivermectina “se está utilizando en todo el mundo para curar y combatir todo tipo de cánceres” ya que, según añaden, “la mayoría de ellos son parásitos”. Algunos de estos contenidos incluyen un vídeo en inglés en el que una persona afirma que la causa de muchos tumores es la presencia de “sacos de huevos de parásitos” y que es por ello por lo que “la ivermectina se está usando para curar todo tipo de cáncer”. Pero es un bulo.
Los cánceres no son parásitos
El cáncer no hace referencia a una sola enfermedad: se trata de un término amplio que incluye más de 200 tipos diferentes de enfermedades. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NIC, por sus siglas en inglés), su origen es la multiplicación sin control de algunas células y su diseminación hacia otras partes del cuerpo. Los tumores cancerosos (los considerados malignos), bultos de tejido, son el resultado de la acumulación de ese exceso de células, en absoluto relacionada con “sacos de huevos” o parásitos, como mencionan los contenidos desinformadores.
La ivermectina no ha probado su eficacia en humanos
La ivermectina es un medicamento antiparasitario que se utiliza contra la malaria. Sin embargo, no hay evidencias de que sea útil frente a otras enfermedades, como han afirmado contenidos desinformadores en el pasado. Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19 el fármaco se promocionó, sin evidencia suficiente, como supuesta cura de esta infección, en base únicamente a algunos estudios preliminares en cultivos celulares o en investigaciones favorables con errores que luego fueron retirados.
La situación es similar con respecto al cáncer. Aunque algunos estudios en laboratorio muestran posibles mecanismos por los que, en teoría, este antiparasitario podría reducir la proliferación de algunos cánceres de mama y colorrectales y a pesar de que también se han obtenido resultados favorables en ratones, el fármaco no se ha testado en humanos como tratamiento frente al cáncer. Este nivel de evidencia (experimentos en laboratorio o en animales) es muy bajo por lo que, antes de poder extrapolar los resultados, deberían realizarse ensayos en humanos que aseguren la fortaleza de la evidencia científica.

Actualmente, a fecha de junio de 2025, un grupo de investigación se encuentra diseñando un estudio para el que todavía se están reclutando pacientes con cáncer de mama triple negativo (uno de los que tienen peor pronóstico). Su objetivo es analizar si el uso conjunto de la ivermectina y la inmunoterapia balstilimab podría ser útil como tratamiento frente a este tipo de cáncer. El ensayo clínico, sin embargo, todavía no se ha realizado y su objetivo no es evaluar la efectividad del uso aislado de ivermectina para tratar el cáncer, sino su utilidad administrada junto a otro medicamento. Por ello, aún no puede hablarse de resultados favorables del uso de ivermectina en humanos para tratar algún tipo de cáncer.
“Ciertamente, por sí sola, la ivermectina no es una cura, ni siquiera un tratamiento eficaz para el cáncer de mama”, declaró en 2023 a Associated Press Peter P. Lee, jefe del departamento de inmunooncología del Centro Oncológico Integral City of Hope de California (Estados Unidos), uno de los responsables del ensayo clínico en marcha.
“No conozco ningún informe de ensayos clínicos [de ivermectina] que haya dado resultados satisfactorios en seres humanos con cáncer”, declaró Susanne Arnold, directora asociada de traducción clínica del Markey Cancer Center de Kentucky (Estados Unidos) a Associated Press.
Además, como todo fármaco, la ivermectina puede causar ciertos efectos secundarios, como hepatitis aguda, por lo que no es inocuo tomarlo sin supervisión ni aprobación médica.