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MALDITA EXPLICA

El campo ya no es lo que era: una de cada cinco explotaciones agrícolas en España tienen conexión a internet

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Claves
  • Casi el 20% de las explotaciones agrícolas tiene acceso a internet y más del 23% usa maquinaria de precisión para optimizar cultivos, según datos de 2023
  • En 2020, España lideraba en Europa la extensión del cultivo bajo plástico con casi 65.000 hectáreas dedicadas a invernaderos, principalmente en Andalucía
  • Los invernaderos generan más empleo y productividad y atraen a agricultores más jóvenes y cualificados

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Puede que al pensar en un agricultor lo primero que te venga a la cabeza sea un señor con un sombrero de paja y un tractor. Pero la tecnología ya ha llegado al campo: en 2023 casi una de cada cinco explotaciones agrícolas contaban con conexión a internet y algo más de un 23% utiliza maquinaria de precisión –que utiliza datos y sensores para adaptarse a los distintos cultivos–, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Una muestra de este cambio es que, aunque sigue predominando la agricultura al aire libre, la superficie de cultivo en invernadero es la que más ha crecido en España si comparamos el Censo Agrario del INE de 2009 con el de 2020, el último publicado. Ya entonces había un 31% más de hectáreas de invernaderos que en la década anterior, casi la mitad de ellas en Almería. Con 65.000 ha a nivel nacional, España era en 2020 el país de la Unión Europea con mayor extensión del cultivo bajo plástico, según Eurostat.

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Campos con wifi o tractores que se conducen solos: 180.000 explotaciones en España utilizan maquinaria de precisión

¿Para qué necesita internet un huerto? Para conectar sus dispositivos entre sí y a veces también a la red. Esta conectividad permite el uso de maquinaria de precisión, que no es otra cosa que los robots de siempre del campo, pero con un punto más de desarrollo: una segadora, por ejemplo, se convierte en una máquina autónoma que funciona mediante sensores y puede controlarse a distancia. Algunas de estas herramientas necesitan conexión a internet para recibir instrucciones o enviar datos, mientras que otras operan sin ella, pero todas forman parte de esta nueva forma de entender el trabajo agrícola. Es lo que se entiende como agricultura de precisión. La Sociedad Internacional de Agricultura de Precisión (IPSA, por sus siglas en inglés) la define como una “estrategia de gestión” que recoge y analiza datos para tomar decisiones que mejoren la producción agrícola. 

La digitalización del campo no es uniforme en todo el territorio español, pero está cada vez más presente. Un tercio de las explotaciones que están conectadas a internet se hallan en  Andalucía y Castilla y León, pero es el País Vasco quien lidera el dato proporcional: más de la mitad de las fincas cuentan con conexión, según la encuesta sobre la estructura de las explotaciones agrícolas (INE).

En España, casi una cuarta parte de las explotaciones agrícolas ya han incorporado maquinaria de precisión, según la encuesta sobre explotaciones agrícolas. Andalucía es la comunidad donde más fincas la utilizan para, por ejemplo, aplicar fertilizantes sólo en las zonas donde sea necesario gracias a sensores y sistemas automatizados. Es una manera de facilitar el trabajo al agricultor y de reducir el uso de químicos.

Y sí, ya existen robots agrícolas” que realizan tareas de forma autónoma, como sembrar, desherbar o cosechar sin intervención humana directa. En algunas explotaciones se están utilizando para la recogida selectiva o la siembra guiada por inteligencia artificial. Este tipo de agricultura se ha convertido también en protagonista del objetivo transversal de la Política Agraria Común (PAC) para modernizar el sector agrícola.

Comparación entre la agricultura tradicional y la agricultura de precisión. Fuente: Informe ONU

Invernaderos: más superficie, más jóvenes y más empleo

La agricultura al aire libre sigue siendo predominante, pero los cultivos en invernaderos son los que más han crecido en la última década. Según el último Censo Agrario del INE (2020), había 65.000 hectáreas de cultivo cubierto en España, un 31% más que en 2009. Encabezando este crecimiento está Andalucía, que representa el 72% de la superficie de invernaderos en España

De hecho, la mitad de fincas a nivel nacional estaban en Almería, que es también la provincia con mayor proporción de cultivos cubiertos (un 14% sobre el total de SAU). O Huelva que también destaca por el peso económico de sus explotaciones, que generaban en 2020 una media de 500.000 euros por explotación. 

Pese a que los invernaderos suponen solo el 0,3% de la superficie agrícola útil (SAU), concentran el 10% de las Unidades de Trabajo Año (UTA), la medida que estima la mano de obra necesaria para gestionar una parcela agrícola. Si una explotación requiere una UTA es que necesita el equivalente a una persona trabajando a jornada completa durante un año. Es decir, 0,5 UTA es el equivalente a media jornada anual. En volumen de trabajo, los cultivos en invernadero lideran con diferencia: de media a cada explotación le haría falta el equivalente a 543 jornales, más que ningún otro tipo.

También generan el 14% del empleo agrícola contratado. Es decir, más trabajo por hectárea y mayor rentabilidad: las explotaciones con invernaderos tienen una Producción Estándar Total (PET) media de 134.600 euros, casi el triple que la media nacional, de 49.371 euros por finca. 

Más allá de su dimensión económica, las diferencias también se dejan notar en el relevo generacional, que parece estar más presente en este tipo de cultivos. Siempre según el Censo Agrario del INE, mientras que en el conjunto del sector agrario el 41% de los titulares tienen más de 65 años, en los invernaderos el porcentaje cae hasta el 18% y los menores de 41 años representan el 19% de quienes dirigen estas explotaciones.

Esto está relacionado a su vez con un aumento de los perfiles cualificados en este tipo de cultivos y una menor presencia de jefes de explotación sin formación: a nivel nacional casi ocho de cada diez (78,4%) responsables tienen exclusivamente experiencia agraria, pero en los invernaderos la proporción se reduce a un 58,7%. En contrapartida, uno de cada tres ha realizado cursos de formación agraria – casi el doble que la media nacional – aunque hay menos jefes que hayan cursado estudios universitarios. Eso sí, seguimos hablando de un terreno en el que solo el 25% de mujeres están al frente, una cifra algo inferior a la media nacional.

España, líder en hectáreas del cultivo de invernaderos en la UE

Si miramos a Europa, España está a la cabeza en extensión del cultivo bajo plástico. Sus cerca de 65.000 hectáreas de cultivos en invernadero lo convierten en el país de la UE con más terreno dedicado a este tipo de cultivo. En términos proporcionales solo Italia (0,30%) y Países Bajos (0,52%) lo superan, mientras que países como Alemania, Francia o Polonia apenas alcanzan el 0,05%, según los últimos datos publicados por Eurostat en 2020.

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