Lo primero que debemos entender es: ¿qué es un algoritmo? Básicamente es una serie de reglas o pasos por medio de los cuales se toman decisiones o se ejecutan acciones; es la forma en que se realizan los programas de computador, como las aplicaciones o la IA. Las redes sociales también son una aplicación de computador y han sido creadas usando algoritmos que analizan ciertas entradas y brindan respuestas específicas: una entrada puede ser una foto tuya y una respuesta un post en el muro de la red social. Sin embargo, algunos algoritmos van más allá de eso, y es que analizan la información que compartes en la red social para perfilarte y de esa manera "elegir" que información mostrarte y cual no, o a quien entregar tus publicaciones de forma prioritaria. De esta manera, por ejemplo, pueden analizar tus hábitos (viajes, compras, etcétera) para "optimizar" la publicidad que te hacen llegar, o tus lineamientos políticos y sociales, y así entregarte información más afín con tus simpatizantes políticos o, por el contrario, inundarte de información que intente disminuir su imagen y posición para unas futuras elecciones. Normalmente este tipo de algoritmos hacen que tus muros de redes sociales, como Facebook, Twitter o Instagram, se personalicen a un nivel tal que lo que se muestra en ellos sea afín con tus intereses (por ejemplo la fotografía o los viajes), lo cual no es necesariamente malo o a los intereses de personas que pagan para difundir su información (lo cual si es negativo). Otro punto negativo de este tipo de algoritmos es que sesga tu visión del mundo en tanto que no te muestra el panorama completo de lo que pasa sino la información filtrada según tu perfil.