También conocida como ciclogénesis explosiva, la bombogénesis explosiva es cuando a una borrasca le disminuye la presión en el centro, 24hPa o más en 24h. Eso supone que los vientos cercanos asociados a ella (lo de cercanos hay que mirar bien las zonas, pero podemos hablar de aproximadamente de unos 1000 km de radio ) se vuelven más fuertes. El problema recae en si hace daño a la gente o afectan a zonas poco adaptadas al viento. Muy a menudo la bombogénesis también supone mala mar en esa zona, si está sobre el mar u océano, claro. Si toca costa hay que tener en cuenta que, al bajar la presión, el nivel del mar sube porque está comprimido por la presión atmosférica, aún sin que hubiese viento, según la ley de fluidos. Pero en ciertos lugares supone a la vez un aumento de nutrientes al mar, por tanto, pasado el temporal y dejando un tiempo, habrá más peces al abundar la comida debido a que el vendaval ha conseguido sacar el agua de la superficie y que aflore la de abajo. El término es relativamente nuevo, lo que siempre ha pasado, pero probablemente se intensifiquen con el cambio climático. Habría que ver en el Atlántico europeo al cortarse la corriente del golfo y, por tanto, tener ya aguas más frías, y tal vez ya en estas fechas congeladas. Por desgracia, mientras el cambio climático está disparado, la ciencia cada vez sabe menos cosas.