Las botellas de agua metálicas comúnmente están fabricadas con acero inoxidable o aluminio, materiales que son seguros para el contacto con alimentos y bebidas. Por lo general, estas botellas no contienen plomo. El acero inoxidable es conocido por su resistencia a la corrosión y por no liberar sustancias tóxicas, mientras que las botellas de aluminio suelen tener un recubrimiento interno que evita que el metal entre en contacto directo con el líquido. 

Sin embargo, es importante tener precaución con productos de baja calidad o provenientes de fabricantes no confiables. En casos excepcionales, especialmente en productos falsificados o de origen dudoso, podrían utilizarse materiales que contienen plomo o estar contaminados con este metal pesado. El plomo es un elemento tóxico que puede causar graves problemas de salud si se ingiere, incluyendo daños al sistema nervioso, renal y reproductivo. 

La exposición al plomo es particularmente peligrosa para los niños y las mujeres embarazadas. Por lo tanto, utilizar una botella que contenga plomo sería perjudicial para la salud. Las botellas de agua metálicas de calidad no contienen plomo y son seguras para su uso diario. No obstante, es fundamental ser un consumidor informado y adquirir productos confiables para evitar cualquier riesgo asociado con la exposición al plomo.