En realidad el sistema de publicación científica no funciona así.

Las revistas científicas no toman posiciones ni expresan dudas, ya que su misión es publicar los resultados de las investigaciones, después de un riguroso proceso de evaluación. Son los artículos, en los que se recogen dichos resultados, los que pueden aportar evidencias a favor o en contra de que los cambios que se están registrando en el clima del planeta tengan un origen antropogénico.

Y está claro que la gran mayoría de estos artículos apoyan la hipótesis de que la actividad humana está teniendo un impacto sobre el clima.