Sí, ChatGPT tiene impacto medioambiental, como cualquier tecnología basada en inteligencia artificial o en la nube.

¿Por qué? El entrenamiento de modelos de lenguaje como ChatGPT consume muchísima energía. Se usan supercomputadoras que requieren gran cantidad de electricidad. El uso diario también consume energía en servidores y centros de datos, aunque menos que el entrenamiento. Esto genera una huella de carbono, especialmente si los centros de datos no usan energía renovable. Empresas como OpenAI y Microsoft dicen estar trabajando en ser más sostenibles, pero de momento el impacto aún existe y no es cero.