En congelación, los microorganismos que pudieran estar presentes en los alimentos no mueren sino que se mantienen en estado de latencia. Cada vez que descongelas el alimento, los microorganismos se reactivan y se multiplican. Poco, si están refrigerados, mucho a temperatura ambiente. 

El mayor problema con la congelación y descongelación sucesiva de alimentos es su pérdida de calidad. La humedad (el agua) de los alimentos al congelarse forma cristales de hielo que rompen la estructura del alimento. Si lo haces muchas veces, acabarás teniendo una masa informe, un puré. Además, la humedad del alimento al congelarse-descongelarse va saliendo fuera, formando escarcha (puedes fijarte en algunos alimentos congelados del súper), haciendo que el alimento se deshidrate (como pasa con las momias de los Andes, por ejemplo). 

Así que, no suele ser peligroso, porque la carga inicial de microorganismos es baja y luego lo mantienes refrigerado, pero vas a perder mucho en calidad, sobre todo en textura y deshidratación.