RESPUESTAS EXPERTAS
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1 PISTAS DE PERSONAS CON SUPERPODERES
Agustin
Experto en psicología (Psicología)
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Valoración aportada el 13-02-2025
A menudo se entiende la procrastinación como el efecto de "dejar para mañana lo que puedes hacer hoy", pero eso es solo la punta del iceberg. El verdadero veneno de la procrastinación no consiste en postergar las actividades urgentes, sino en sustituirlas por otras, menos relevantes, pero más placenteras o factibles. Realizar actividades que, aún no siendo críticas son también necesarias, además de cómodas o placenteras, comporta la sensación de haber acabado bien un trabajo (independientemente del pendiente).
Tiene un componente de refuerzo. Cuando concluyo esa actividad he adelantado trabajo, de hecho, aunque lo urgente siga en el montón de lo pendiente. Así que la actividad urgente me está generando ansiedad, y la actividad menos relevante me está generando refuerzo.
Visto así es fácil entender el mecanismo: Solo atenderé a lo urgente cuando se convierta en urgencia crítica, o cuando no quede absolutamente ninguna otra tarea menos relevante por realizar (esta última opción es irreal, por supuesto. Siempre hay algo más que hacer).
¿Cómo lo resolvemos? Un buen recurso es realizar una pequeña, aunque sea mínima, actividad de la tarea urgente pendiente. Es decir (imagina que mi tarea procrastinada es redactar un informe) no plantearse "Voy a redactar todo el documento" sino "Voy a poner título y datos básicos al documento". Atomizar la tarea pendiente, dividirla en subtareas factibles hace que parte de esa tarea se convierta en refuerzo a su vez. Otro recurso es privarme de algo reforzante hasta haber concluido la tarea. (no me pongo música mientras trabajo hasta que no empiece la tarea en cuestión, por ejemplo)
Por último, también podemos asociar un refuerzo a la tarea. ("Cuando haya hecho esta tarea me iré a comer al sitio tal") Para concluir, si la procrastinación es incapacitante y afecta al normal desarrollo de tu vida, consulta con un especialista en conducta.
Tiene un componente de refuerzo. Cuando concluyo esa actividad he adelantado trabajo, de hecho, aunque lo urgente siga en el montón de lo pendiente. Así que la actividad urgente me está generando ansiedad, y la actividad menos relevante me está generando refuerzo.
Visto así es fácil entender el mecanismo: Solo atenderé a lo urgente cuando se convierta en urgencia crítica, o cuando no quede absolutamente ninguna otra tarea menos relevante por realizar (esta última opción es irreal, por supuesto. Siempre hay algo más que hacer).
¿Cómo lo resolvemos? Un buen recurso es realizar una pequeña, aunque sea mínima, actividad de la tarea urgente pendiente. Es decir (imagina que mi tarea procrastinada es redactar un informe) no plantearse "Voy a redactar todo el documento" sino "Voy a poner título y datos básicos al documento". Atomizar la tarea pendiente, dividirla en subtareas factibles hace que parte de esa tarea se convierta en refuerzo a su vez. Otro recurso es privarme de algo reforzante hasta haber concluido la tarea. (no me pongo música mientras trabajo hasta que no empiece la tarea en cuestión, por ejemplo)
Por último, también podemos asociar un refuerzo a la tarea. ("Cuando haya hecho esta tarea me iré a comer al sitio tal") Para concluir, si la procrastinación es incapacitante y afecta al normal desarrollo de tu vida, consulta con un especialista en conducta.
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