La respuesta corta es: grosso modo, sí.

La respuesta larga: más que de sectas, en la actualidad se habla de grupos coercitivos, que se definen por aplicar herramientas de coerción psicológica (manipulación psicológica) para conseguir que sus adeptos hagan cosas contrarias a su voluntad, pero haciéndolas aparentar que son decisiones tomadas libremente.

Para esto, esa serie de técnicas va afectando a su juicio crítico, separándole al menos emocionalmente de sus seres queridos y su entorno bajo todo tipo de premisas (pintarlos como "tóxicos", como "dormidos", como que "no vibran en su misma frecuencia" y un largo etcétera), y reformando su manera de ver el mundo y las reglas que lo rigen para que termine adoptando el criterio del líder del grupo en cuestión.

La historia de la escritura del libro "Un Curso De Milagros" en sí tiene mucha miga: Helen Schucman fue una investigadora clínica en psicología en los años 60. Supuestamente, bajo los efectos de brotes psicóticos, escribió el libro, según ella, atendiendo a los dictados de una voz que ella atribuía a Jesucristo. El contenido del libro, en resumidas cuentas, invita a creer que la realidad es totalmente mental, creada por las creencias del individuo, por lo que si cree que está enfermo entonces estará ciertamente enfermo, si cree que es pobre será ciertamente pobre, etc. 

Cuando mostró el borrador a sus compañeros investigadores, uno de ellos pasó varios años trabajando en su edición junto con Schucman antes de su publicación. En este punto cabe decir que hablamos de la época del MK-Ultra de la CIA, donde se llevaban a cabo ingentes estudios sobre psicología (incluyendo supuestos fenómenos paranormales) de cara a estar mejor preparados para la Guerra Fría y tener, por ejemplo, mejores herramientas de "lavado de cerebro" para interrogatorios. No es descabellado que el libro pudiera haber tenido algún tipo de propósito experimental para estudiar la despersonalización del individuo. Como fuere, en sus últimos días, Schucman renegó del libro, pero a su alrededor han surgido no pocos grupos sectarios que lo utilizan como herramienta central para desnortar a sus adeptos y desmantelar su sistema de creencias previo antes de adoctrinarlo con los suyos propios y volverlos grupodependientes. Parte de la mecánica suele consistir en hacerles repetir diariamente (y hasta que se internalicen) los distintos preceptos del libro uno a uno. Dado que son en su mayoría inconexos y hasta contradictorios entre sí, esto puede llevar al colapso psicológico cuando se pretende usar como forma literal de entender el mundo.

Como libro en sí, no se puede calificar de secta (ya que por "secta" entendemos socialmente un grupo destructivo), pero su contenido puede llevar a su lector a sufrir de forma efectiva una reforma del pensamiento altamente lesiva y, sin duda, acercarlo a grupos que, estos sí, se puedan calificar más adecuadamente como coercitivos (sectarios).