La recogida de residuos sólidos urbanos (RSU), además del resto de contenedores de competencia municipal, de las Diputaciones Provinciales o de aquellos organismos que reciben sus competencias (Cabildos, Comunidades autónomas uniprovinciales, etc) como el papel, envases, vidrio, etc. se basa en unos pliegos de licitación donde las empresas aspirantes deben ofertar y mejorar esas condiciones para ser las mejor valoradas y ser las adjudicatarias. En todo caso se tendrán que cumplir las condiciones mínimas detalladas en el pliego (por ejemplo nº de días de recogida, nº de contenedores, etc) y podrán ser mejorados para la obtención de más puntos (ampliación del horario de recogida de enseres o del nº de vehículos utilizados para la prestación del servicio, etc.).