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EN INVESTIGACIÓN ✨ 1 PISTAS

¿De dónde sale el dinero de los concursos de la tele?

Publicada el 14/02/2025

Esta duda es sobre:

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1 PISTAS DE PERSONAS CON SUPERPODERES

Valoración aportada el 17-02-2025

Para empezar, una afirmación tajante: ningún canal de televisión aporta un solo euro de su propio capital. Todo el dinero para concursos proviene de fuentes externas. Se podría decir que las fuentes son, principalmente, las siguientes: 

1. Patrocinios (y publicidad). 

2. Llamadas y mensajes de los espectadores. 

3. Merchandising. 

1. PATROCINIO: no desvelo ningún secreto que la principal financiación de las cadenas televisivas viene del mundo de la publicidad. Tanto la directa -espacios publicitarios, spots- como la indirecta. Entre esta, las más habituales son el patrocinio y el merchandising. Una firma comercial paga una cantidad determinada por un programa concreto (es la famosa fórmula “programa patrocinado por…”) En este caso, si el programa es un concurso, pueden aportar las cantidades necesarias para los premios. Hay patrocinadores que aportan premios en efectivo o en especie a cambio de visibilidad en el programa. 

Pero la publicidad también tiene sus condicionantes. Es importante calcular el peso en audiencia que pueda tener un programa concreto, porque ese peso repercute directamente en el costo de la publicidad. Cuanta más audiencia tenga un programa, más caro será el espacio publicitario, tanto los spots que se emitan en esa franja horaria, como el patrocinio de dicho programa. El rating se refiere a la medida del consumo de la TV o de la radio; el promedio de personas que ve o escucha un programa de TV o de radio durante un tiempo determinado. Los programas se valoran por ese rating o share. 

2. LLAMADAS DE LOS ESPECTADORES U OYENTES: hay programas que permiten la participación de los oyentes a través de llamadas telefónicas a números de tarificación especial o, lo más habitual, a través de SMS. Parte de la tarifa que abona el participante, va a parar a la producción del programa y, por ende, a las arcas de la cadena. Hay programas que han regalado coches de altísimo lujo que costeaban, exclusivamente, con las llamadas de los espectadores. Esas llamadas llegan a reportar hasta tres veces el valor del regalo (coche, apartamento…) 

3. MERCHANDISING: hay programas que comercializan productos directamente relacionados con los mismos. Es el caso, por ejemplo, de los juegos de mesa que encontramos en jugueterías o en tiendas de juegos y que tienen como base un concurso de televisión. También podríamos encontrar muñecos o caricaturas de presentadores o presentadoras con tirón mediático, ropa, camisetas bordadas o aplicaciones que suponen una importante entrada de dinero. Indirectamente, las cadenas de televisión fundamentalmente, se financian con otro elemento que es muy rentable: los derechos de distribución y venta internacional. 

Todo programa tiene, obviamente, su propiedad intelectual. Es la propiedad del formato o de su propia fórmula. Si un país -o una comunidad autónoma- quiere “copiar” un programa determinado, no puede hacerlo. Es la cadena dueña del formato la que lo vende, generando pingües beneficios. El ejemplo más claro está en los “late night shows” que, todos, sin excepción, tienen un formato: un presentador detrás de una mesa, con un decorado de paisaje urbano detrás, una taza, normalmente con el logotipo del programa impreso, y un diván o sofá al lado para que se siente el invitado o la invitada. Pero también los concursos se comercializan fuera de la propia cadena. Es el caso, por ejemplo, de Cifras y Letras cuya propietaria es una cadena de televisión francesa. O el concurso más longevo de la tele, Saber y Ganar, cuyo formato se comercializa en varios países. O Quién quiere ser millonario, que también ha superado las fronteras del país. También el streaming participa de este negocio. En resumen, se puede decir que los premios no son una pérdida para la cadena; muy al contrario, son una inversión que atrae a más espectadores y anunciantes. 

¿ES REAL EL DINERO QUE PAGAN LAS CADENAS POR LOS PREMIOS? Es real. Pero tiene sus matices. No siempre la cadena entrega la totalidad de la cantidad que se anuncia en el programa de una sola vez. Se negocia su abono en cuotas y con los impuestos descontados. Cuando el premio es en especie -automóviles, apartamentos, viajes- suele ser aportada por los patrocinadores. Y hay algunos casos en los que la cadena entrega el premio con unas ciertas restricciones, como parte de una campaña promocional. 

¿QUÉ IMPUESTOS SE PAGAN EN ESPAÑA POR LOS PREMIOS TELEVISIVOS? Este es un asunto recurrente y en el que hay mucha literatura. Pagar impuestos es real. Los premios están sujetos a tributación en el cuánto se tributa a Hacienda por el premio conseguido Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Pero no es fácil dar una cantidad exacta. Veamos: cuando un concursante gana un premio en metálico, la productora del programa aplica una retención del 19% antes de entregarlo. Como apuntaba más arriba, el ganador recibe el premio con esa parte ya descontada para Hacienda. No obstante, ese 19% solo es un pago a cuenta. Como sucede con cualquier cobro sujeto a retención, la cantidad final a ingresar en Hacienda viene dada en función de los ingresos anuales totales y se calcula con exactitud en la Declaración de la Renta. 

Los premios de concursos se consideran gananciales patrimoniales y se integran en la base imponible general del IRPF. No computan en la base del ahorro. Así pues, las cantidades obtenidas por premios se suman a los ingresos del trabajo u otras fuentes y tributan según el tipo impositivo progresivo, que va desde el 19% al 47%, dependiendo del nivel de ingresos. Sin embargo, este 19% es solo un pago a cuenta. Al hacer la declaración de la renta, el ganador podría tener que pagar más impuestos en función de sus ingresos totales anuales en su declaración anual del Impuesto sobre la Renta. 

Esto significa que se suman a los ingresos del trabajo u otras fuentes y tributan según el tipo impositivo progresivo (desde el 19% hasta el 47% en 2024, dependiendo del nivel de ingresos). También los premios en especie se consideran ganancias patrimoniales y se integran en la base imponible general del IRPF (no en la del ahorro). En este caso, el ganador deberá pagar impuestos sobre el valor de mercado de dicho premio, de la misma manera que si recibiera el dinero en efectivo. En ocasiones estos premios son una auténtico “regalo envenenado” para el ganador que se va a ver obligado a tributar por ese maravilloso coche que le ha tocado. Quizá el caso más popular fuera el del mítico concurso El Precio Justo y su “escaparate final”. Era frecuente ver anuncios en los medios vendiendo aquel coche de lujo, o aquel apartamento que el concursante había ganado, ante la imposibilidad de poder hacer frente a sus obligaciones con Hacienda.

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