Este tema es muy simple en apariencia y muy complejo en la práctica; los bancos centrales (el BCE entre ellos) llevan años estudiando lo que llaman CBDC (Central Bank Digital Currency). A primera vista parece sencillo que cada residente (personas y empresas) en una zona monetaria abra una cuenta en el banco central y todos sus pagos se hagan a través de ella, igual que funciona el Bizum en España. Tendría enormes ventajas por ahorro de costes, evitación del lavado de dinero, mejor control fiscal... Pero en la práctica hay muchos temas difíciles de resolver satisfactoriamente, por ejemplo: a) un segmento de la población es refractario por incompetencia o desconfianza, b) riesgo de hackeo, c) seguridad y privacidad... Por ello parece que iremos a una introducción gradual y limitada inicialmente, con idea de reducir progresivamente el uso de efectivo. Probablemente la desaparición del efectivo tomará varias décadas pero se implantará finalmente. 

En teoría, podría serlo, aunque en la práctica, a corto plazo, quizás no. A pesar del uso en declive del dinero en metálico, todavía tiene ciertas funciones que el dinero electrónico (pagos con tarjeta, depósitos en el banco, etc.) no pueden suplir. No todos los sectores de la sociedad tienen acceso a cuentas bancarias, por ejemplo, por lo que el dinero en metálico tiene una función inclusiva. También permite mantener el anonimato en las transacciones (aunque esto también implica que se utilice en la economía sumergida y el crimen organizado). Para que el dinero digital sustituya por completo al efectivo, sería también necesario que pudiera utilizarse en caso de apagón eléctrico o de internet. Desde hace unos años, bancos centrales de todo el mundo están estudiando la posibilidad de crear monedas digitales estatales (emitidas por los bancos centrales al igual que el dinero en metálico), por ejemplo https://www.bis.org/about/bisih/topics/cbdc.htm. El banco central de Suecia lanzó en 2019 un proyecto piloto sobre la e-krona como complemento al dinero en metálico. Los informes sobre las distintas fases del proyecto y los desafíos que presentan están publicados en su página web: https://www.riksbank.se/en-gb/payments--cash/e-krona/

En teoría sí que podría hacerse, pero habría que establecer un sistema que fuera equivalente al dinero en metálico porque si está basado en tecnología, si dicha tecnología no está disponible en algún momento, debe tener una alternativa. Al final sería prácticamente lo mismo que el dinero en efectivo que tenemos actualmente.