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EN INVESTIGACIÓN ✨ 1 PISTAS

¿Cómo se puede espantar a las hormigas de casa?

Publicada el 28/04/2025

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Valoración aportada el 14-05-2025

Antes que nada, las hormigas no entienden de propiedades. Ellas solo buscan un sitio donde vivir y nosotros con frecuencia se lo ponemos fácil. Las hormigas pueden tener un impacto significativo en el ecosistema del hogar. Aunque a menudo se consideran plagas, también desempeñan funciones ecológicas importantes, como la descomposición de materia orgánica y el control de otras poblaciones de insectos. En algunos casos, su presencia puede incluso beneficiar a las plantas al mejorar la calidad del suelo. 

Sin embargo, es importante equilibrar los beneficios ecológicos con las molestias que pueden causar en el hogar. Las hormigas pueden dañar estructuras al horadar materiales como el hormigón y la madera. Además, su presencia puede generar incomodidad en los habitantes de la casa. También es bueno recordar que hay más de 300 especies de hormigas identificadas en España —más las que llegan de fuera como especies invasoras—, y que muchas difieren en su comportamiento, por lo que normalmente no hay una solución universal, sino aproximaciones que funcionan mejor o peor según la especie. 

El primer paso para saber cómo "invitarlas a salir" de casa es saber por qué están ahí en primer lugar. Lo habitual es que se den varios factores simultáneamente: paredes que las hormigas puedan habitar —depende de la especie, son más o menos capaces de entrar en cementos más o menos compactos; es muy fácil para casi cualquier hormiga colonizar un muro hecho de cemento muy arenoso, pero casi imposible colonizar hormigón—; temperaturas estables y favorables; comida... Por ello, la mejor forma es hacer que nuestra casa no sea un sitio atractivo para ellas. 

Mantener una completa higiene y desinfección de superficies y tener toda la comida guardada en envases herméticamente cerrados es el primer paso. Si no hay comida, no hay motivo para quedarse. Claro, que eso incluye recovecos tan difíciles como detrás de la nevera o de la lavadora. Si se encuentran grietas o pequeños agujeros en las paredes, es posible que las hormigas los estén utilizando para entrar y salir. Hay que sellarlos lo mejor posible. Hay algunas plantas, como la albahaca, que pueden repeler a algunas especies... ¡pero atraen a otras! por lo que en este aspecto, conocer la especie y su comportamiento se convierte en un aspecto clave y difícil para el usuario. 

Finalmente, existe la opción del veneno. De todos los que venden, solo uno ha mostrado ser realmente eficaz. La imidacloprida es un producto químico insecticida, a la venta en forma de gel. El funcionamiento de la imidacloprida se aprovecha de una particularidad de las hormigas: la trofalaxis, o transferencia de comida de boca en boca. Es una forma de transportar comida al interior de la colonia y el modo en el que las obreras alimentan a las larvas y a la reina. La imidacloprida actúa de forma retardada. No mata al insecto instantáneamente, sino que tarda varios días en causar su efecto, y además es acumulativo, de modo que una hormiga puede seguir consumiendo la toxina hasta alcanzar la dosis letal. Cuando se deja a disposición de las obreras un cebo nutritivo impregnado con esta sustancia, lo toman como si se tratase de comida, y lo llevan a la colonia. La toxina se transmite de hormiga a hormiga por trofalaxis, y con suerte, llega a la reina. Entonces es cuando actúa la imidacloprida, intoxicando a todas las hormigas que hayan tenido contacto con el cebo. 

Pero de nuevo, no siempre funciona igual de bien. Si le damos un cebo dulce y azucarado a una especie que se alimenta de restos de frutas en descomposición funcionará muy bien, pues se parece en olor y sabor, pero no será tan eficaz si la especie se alimenta de cadáveres de insectos o de trozos de hojas. Además, algunas especies son poligínicas, es decir, que tienen varias reinas en cada hormiguero; en este caso, los cebos funcionarán temporalmente, matando a alguna de las reinas, pero las que sobrevivan reconstruirán el nido y la invasión volverá. En estos casos, lo mejor es actuar preventivamente mientras la plaga ha remitido, para que tu casa nunca vuelva a ser atractiva para las hormigas. 

Como punto de atención, la imidacloprida es un compuesto que hay que utilizar con máxima precaución, pues resulta también tóxico para humanos y mascotas y aunque los fabricantes suelen emplear como excipientes sustancias con un olor o un sabor desagradable, siempre vale más prevenir que curar y es preferible utilizarlo en lugares donde personas y animales de compañía no tengan fácil acceso. 

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