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1 PISTAS DE PERSONAS CON SUPERPODERES
Valoración aportada el 21-06-2024
La atención médica para personas intersex varía según las necesidades específicas de cada persona y el tipo de variación intersexual que presente.
De entrada, es importante entender que la intersexualidad no constituye una patología, sino un amplio abanico de condiciones y características que pueden requerir o no acompañamiento médico. Este acompañamiento debe velar por el cuidado personalizado que respete la diversidad corporal y las necesidades individuales de cada persona intersexual.
Teniendo en cuenta esto, hay varias especialidades médicas que pueden formar parte de este acompañamiento. Se recomienda que esta atención sea de carácter multidisciplinar, y no patologizadora:
- Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC): El médico especialista en medicina familiar y comunitaria (comúnmente conocido como médico de familia o de cabecera) es quien realiza el seguimiento más longitudinal de la persona usuaria del sistema de salud pública y de su entorno familiar y social. Además, es quien se encarga de derivar a las personas a los especialistas necesarios y de supervisar el seguimiento de los tratamientos proporcionados por estos especialistas, en caso de haberlos. En el caso de personas intersex, su rol es esencial, ya que actúan como un nexo que integra toda la información de los diferentes equipos especialistas y asegura una atención coordinada y continua, además de abordar diversas esferas de su salud como la física, mental, social y comunitaria.
- Endocrinología: Los endocrinólogos evalúan y tratan las cuestiones hormonales. Esto incluye la evaluación de niveles hormonales y la administración de tratamientos hormonales adecuados para promover el bienestar y el desarrollo saludable de las personas usuarias del sistema de salud pública.
- Medicina molecular: Interviene en situaciones que requieren una evaluación genética para detectar posibles variantes o mutaciones genéticas de interés.
- Ginecología: Interviene en casos donde las personas intersex tienen órganos reproductores típicamente femeninos o viven con condiciones que afectan estos órganos.
- Urología: Interviene en casos donde las personas intersex tienen órganos reproductores típicamente masculinos o viven con condiciones que afectan estos órganos.
- Cirugía pediátrica: Interviene en casos que requieren intervenciones quirúrgicas, especialmente en la infancia, los cirujanos pediátricos suelen estar involucrados. Es crucial que las cirugías se realicen únicamente en situaciones que afecten la salud de las personas intersex y nunca por motivos estéticos. Las decisiones deben basarse en el bienestar físico y emocional de les pacientes, respetando su autonomía y evitando intervenciones innecesarias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha condenado las cirugías de normalización genital no necesarias desde 2013, y junto con otros organismos de derechos humanos, ha recomendado la prohibición de intervenciones médicas forzadas o coercitivas sin consentimiento pleno, libre e informado.
- Atención integral y centros especializados: Para casos complejos, lo ideal es contar con equipos o unidades interdisciplinarias, en las que participen especialistas médicos con formación específica en las necesidades de salud de personas intersex, profesionales de la salud mental y otros profesionales del ámbito social y sanitario para ofrecer una atención médica completa y holística, incluyendo apoyo psicológico. Actualmente, se están estableciendo centros nacionales de referencia en el sistema de salud para proporcionar atención integral a personas intersex, especialmente en comunidades donde los recursos son limitados.
(Este texto ha sido redactado por Simón Perera y Miguel Galán, como un resumen de las respuestas recibidas por Gabriel J. Martín e Ignacio Elpidio Domínguez y varias personas como miembras de la asociación PRISMA "Ciencia LGTBIQA+": Alva Saa, Irene Aterido, Cristina Cruz, Marina Sáenz, Myriam Aquino, Óscar Huertas).
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Micky
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Valoración aportada el 21-06-2024
Es importante partir de que la intersexualidad no es una patología, y que es independiente de conceptos como la orientación y de la identidad sexuales. Esto es, las personas intersex pueden no requerir servicios de salud especializados.
Si deciden acudir a servicios de salud, lo harán a aquel con mejor conocimiento de aquello que justifique la consulta, como cualquier persona no intersex. Por ejemplo: si una persona intersex decide iniciar un tratamiento hormonal, será Endocrinología a quién deba ser derivada.
Ahora bien, tenemos alguna pista adicional en el manual internacional de referencia de la salud trans, el Standards of care de la WPATH (World Professional Association for Trans Health), que en su versión 8º, la última y además reciente, dedica su capítulo 10 a las personas intersex (https://www.wpath.org/soc8). Se recomienda un acompañamiento desde un equipo interdisciplinar, no patologizante y que permita un diálogo abierto sobre cuestiones como identidad, abordaje endocrinológica y posible abordaje quirúrgica.
Se recomienda, en ese último punto, que cualquier cirugía se demore lo máximo posible, para permitir a la persona, si fuese menor, formar su propia valoración y otorgar su propio consentimiento. En la misma línea se sitúa, por ejemplo, la Ley Trans que prohíbe las cirugías a menores intersex por debajo de los 12 años, como norma general (art. 19.2).
Si deciden acudir a servicios de salud, lo harán a aquel con mejor conocimiento de aquello que justifique la consulta, como cualquier persona no intersex. Por ejemplo: si una persona intersex decide iniciar un tratamiento hormonal, será Endocrinología a quién deba ser derivada.
Ahora bien, tenemos alguna pista adicional en el manual internacional de referencia de la salud trans, el Standards of care de la WPATH (World Professional Association for Trans Health), que en su versión 8º, la última y además reciente, dedica su capítulo 10 a las personas intersex (https://www.wpath.org/soc8). Se recomienda un acompañamiento desde un equipo interdisciplinar, no patologizante y que permita un diálogo abierto sobre cuestiones como identidad, abordaje endocrinológica y posible abordaje quirúrgica.
Se recomienda, en ese último punto, que cualquier cirugía se demore lo máximo posible, para permitir a la persona, si fuese menor, formar su propia valoración y otorgar su propio consentimiento. En la misma línea se sitúa, por ejemplo, la Ley Trans que prohíbe las cirugías a menores intersex por debajo de los 12 años, como norma general (art. 19.2).