En resumen, el modo incógnito del navegador lo único que hace es que tu navegador no almacene el historial y datos de páginas que visitas.
Por dar más detalles, en condiciones normales, al acceder a una página, el navegador almacena imágenes y archivos de caché en el disco duro, almacena cookies y también a veces almacena otros datos. Adicionalmente agrega la entrada de la página visitada al historial del navegador de páginas visitadas y, según el navegador, almacena junto a esta entrada en el historial, una vista previa o captura de la página.
Cuando se accede a una página en modo incógnito, lo que ocurre es que el navegador ha creado un contexto nuevo, no hay cookies ni datos previos por lo que siempre se inicia una sesión nueva. Las páginas visitadas en este modo, no se almacenan en el historial, ni la URL ni la vista previa, y al cerrar la página, se eliminan las cookies y caché que se hayan podido almacenar para que no quede rastro en el navegador de haberlas visitado, eliminando el contexto creado al iniciar la ventana o pestaña en modo incógnito.
Cabe tener en cuenta que esto se asegura de que el navegador no guarde rastros de lo que se ha visitado, pero el sistema operativo tendrá trazas de los nombres de dominio visitados; el router tendrá también trazas del tráfico con los dominios visitados; y si en la conexión hay algún tipo de proxy, esos proxys sabrán todo lo que se haya visitado.
Es decir, el modo incógnito sirve para que sea más difícil saber qué se ha visitado y qué se ha hecho en un navegador durante una sesión concreta, o para iniciar una sesión nueva en una página sin cerrar la sesión que se suele usar en las pestañas normales, pero no te esconde de tu sistema operativo o de tu proveedor de servicios, que seguirán sabiendo el tráfico que has generado.