Los gatitos recién nacidos amasan el abdomen de la madre para estimular el flujo de leche de los pezones, por eso es frecuente que este comportamiento vaya acompañado del de succión. Por eso, muchos cachorros y juveniles también amasan a otros individuos o a nosotros. 

Sin embargo, este comportamiento hacia otros individuos desparece cuando se hacen adultos y solo lo realizan contra la superficie en la que van a dormir o dar a luz, para acomodar la zona y marcarla con feromonas territoriales que liberan a través de las glándulas odoríferas de sus patas. En hembras también puede formar parte de una serie de comportamientos que realiza durante el celo para estimular al macho a acercarse. 

Entonces, ¿por qué tu gato adulto te amasa a ti? Todo parece indicar que durante la domesticación se ha producido cierta evolución de este comportamiento, favorecida por la selección artificial, para que siga teniendo lugar en adultos hacia los humanos. Se considera que se trata de un comportamiento afiliativo, es decir, que nuestro gato intenta establecer un vínculo social con nosotros. Así que si nuestro gato nos amasa y sin querer nos hinca las uñas, no debemos regañarle, él está intentando llevarse bien contigo y tú estás estropeándolo.