RESPUESTAS EXPERTAS
DE LA COMUNIDAD
2 PISTAS DE PERSONAS CON SUPERPODERES
maria
Experto en psicología (Psicología)
2
1 valoraciones
Valoración aportada el 12-09-2024
La Vigorexia o adicción al deporte es conocida también como Complejo de Adonis, Dismorfia Muscular y Anorexia Inversa.
El individuo se somete a la práctica de arduo ejercicio físico durante periodos muy largos y un estricto control del alimento, que se basa en consumir solo aquellos que le ayuden a ganar masa muscular. Ir al gimnasio para estar en forma y mantener una buena salud no crea adicción.
Pero es fácil caer en patologías adictivas si ya se tiene una predisposición previa o una mala autoestima, desgraciadamente algo muy común en esta sociedad narcisista de culto al cuerpo. Cuando una persona deja de hacer otras cosas que antes le gustaban y de relacionarse con personas fuera del gimnasio, puede decirse que probablemente ha desarrollado una adicción. Pero no al gimnasio, sino a lo que implica ir.
A menudo es también el único lugar donde algunas personas saben relacionarse. La vigorexia puede llevar al consumo de sustancias tóxicas que dañan órganos vitales y dificultan o impiden mantener relaciones sexuales con otras personas. Cualquier comportamiento adictivo debe ser tratado por un profesional, un psicólogo en este caso. Una persona con tendencia a la adición siempre tendrá que tener cuidado, porque suelen cambiar una adicción por otra o mantener varias a la vez.
El individuo se somete a la práctica de arduo ejercicio físico durante periodos muy largos y un estricto control del alimento, que se basa en consumir solo aquellos que le ayuden a ganar masa muscular. Ir al gimnasio para estar en forma y mantener una buena salud no crea adicción.
Pero es fácil caer en patologías adictivas si ya se tiene una predisposición previa o una mala autoestima, desgraciadamente algo muy común en esta sociedad narcisista de culto al cuerpo. Cuando una persona deja de hacer otras cosas que antes le gustaban y de relacionarse con personas fuera del gimnasio, puede decirse que probablemente ha desarrollado una adicción. Pero no al gimnasio, sino a lo que implica ir.
A menudo es también el único lugar donde algunas personas saben relacionarse. La vigorexia puede llevar al consumo de sustancias tóxicas que dañan órganos vitales y dificultan o impiden mantener relaciones sexuales con otras personas. Cualquier comportamiento adictivo debe ser tratado por un profesional, un psicólogo en este caso. Una persona con tendencia a la adición siempre tendrá que tener cuidado, porque suelen cambiar una adicción por otra o mantener varias a la vez.
Valoración aportada el 13-09-2024
No. Hoy en día se abusa de la palabra “adicción” diciendo que todo es adictivo. En realidad, únicamente algunas drogas causan adicción: los opiáceos (morfina, heroína, fentanilo); los estimulantes como la cocaína y las anfetaminas; los tranquilizantes como el Valium y los barbitúricos; la nicotina del tabaco, y el alcohol.
Estas sustancias producen elevaciones prolongadas en la libración de dopamina en el núcleo accumbens, situado al final de la llamada “vía de la recompensa” (“reward pathway”, en inglés) en el cuerpo estriado basal del cerebro. Se debate si algunos comportamientos, como los juegos de azar, la pornografía, las duchas de agua fría, la religión o el deporte, pueden producir adicción, ya que también producen liberación de dopamina en el núcleo accumbens.
En realidad, todo lo que hacemos requiere libración de dopamina en este núcleo, puesto que, si no, careceríamos de motivación para hacerlo. Ratones mutantes que no pueden liberar dopamina no hacen nada y se mueren de hambre al no querer comer. EL DMS-5, que cataloga los trastornos psicológicos, únicamente reconoce la ludopatía (adicción al juego) como comportamiento adictivo.
Lo que sí existen son compulsiones, comportamientos obsesivos que se parecen a la adicción. Si embargo, al contrario de la adicción a drogas, las compulsiones no producen síndrome de abstinencia. Esta es una enfermedad grave, como el “mono” que producen los opiáceos, con serios síntomas físicos y que puede llevar a la muerte en casos extremos. Otra diferencia entre las adicciones y las compulsiones es que las adicciones las produce la droga en sí, mientras que las compulsiones son causadas por un problema psicológico preexistente en el individuo.
Con frecuencia, una persona se libera de una compulsión para enseguida caer en otra. Así, algunas personas pueden practicar deporte de forma compulsiva para compensar un ansia psicológica causada por una baja autoestima, problemas de imagen corporal, o un ego demasiado exigente.
Estas sustancias producen elevaciones prolongadas en la libración de dopamina en el núcleo accumbens, situado al final de la llamada “vía de la recompensa” (“reward pathway”, en inglés) en el cuerpo estriado basal del cerebro. Se debate si algunos comportamientos, como los juegos de azar, la pornografía, las duchas de agua fría, la religión o el deporte, pueden producir adicción, ya que también producen liberación de dopamina en el núcleo accumbens.
En realidad, todo lo que hacemos requiere libración de dopamina en este núcleo, puesto que, si no, careceríamos de motivación para hacerlo. Ratones mutantes que no pueden liberar dopamina no hacen nada y se mueren de hambre al no querer comer. EL DMS-5, que cataloga los trastornos psicológicos, únicamente reconoce la ludopatía (adicción al juego) como comportamiento adictivo.
Lo que sí existen son compulsiones, comportamientos obsesivos que se parecen a la adicción. Si embargo, al contrario de la adicción a drogas, las compulsiones no producen síndrome de abstinencia. Esta es una enfermedad grave, como el “mono” que producen los opiáceos, con serios síntomas físicos y que puede llevar a la muerte en casos extremos. Otra diferencia entre las adicciones y las compulsiones es que las adicciones las produce la droga en sí, mientras que las compulsiones son causadas por un problema psicológico preexistente en el individuo.
Con frecuencia, una persona se libera de una compulsión para enseguida caer en otra. Así, algunas personas pueden practicar deporte de forma compulsiva para compensar un ansia psicológica causada por una baja autoestima, problemas de imagen corporal, o un ego demasiado exigente.
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