Un hombre trans es un hombre que ha optado por cambiar de sexo. Dependiendo de si tiene genitales masculinos o femeninos, debe acudir SÍ o SÍ a consultas del urólogo si tiene genitales masculinos (aunque el urólogo se dedica, no solo al aparato reproductor masculino, sino también al aparato urinario). Si tiene genitales femeninos, tiene que acudir también a ginecólogos. Ellos derivarán a los especialistas necesarios para que se controlen los niveles hormonales administrados (no tiene ovarios para secretar estrógenos) y controlar la próstata, que no es eliminada en el cambio de sexo. 

En ningún sistema sanitario, público ni privado, se restringe el acceso a una consulta médica especializada por el género, sexo, ni mucho menos por el nombre que figura en el DNI. Sin entrar en debates de identidad de género, la consulta ginecológica aborda problemas del aparato genital femenino y de las mamas. Los hombres cis o con género masculino asignado al nacer también tienen mamas, así que pueden tener problemas mamarios y en consecuencia derecho a acudir a la especialidad correspondiente (ginecología).

En el mismo sentido, cualquier persona con aparato genital (interno o externo) femenino (eg. útero, vagina, vulva) tiene derecho a al acceso a la atención ginecológica, independientemente si dichos órganos o estructuras son de nacimiento o no. La salud sexual y reproductiva es un derecho para todas las personas sin importar su sexo, género o nombre. 

Una persona, tenga la identidad de género/sexual que tenga, debe acudir al profesional mejor situado para afrontar su situación de salud.

Un hombre trans (cuya identidad asignada al momento de nacimiento habrá sido femenina, en base a la genitalidad), acudirá a Ginecología si su situación sanitaria así lo demanda.

Para acudir a Ginecología no es requisito tener un nombre en DNI asignado socialmente al sexo femenino.