Este fenómeno se debe a la tendencia de los alimentos a equilibrar su contenido de agua con el ambiente que los rodea.

Las galletas tienen un contenido de humedad relativamente bajo cuando se hornean (5 -12%). Esto se debe a que la mayoría de las recetas de galletas contienen menos líquidos y más ingredientes secos como harina y azúcar. Sin embargo, cuando las galletas se dejan al aire libre, tienden a absorber la humedad del ambiente, lo que puede hacer que se vuelvan blandas con el tiempo (1).

El contenido de humedad de las magdalenas suele variar entre 18% y 28%. Este rango es mayor que el de las galletas. La humedad en las magdalenas contribuye a su textura suave y esponjosa, pero también hace que sean más propensas a endurecerse si se dejan al aire libre (1, 2).

(1) inm.gov.co

(2) sedici.unlp.edu.ar