Hay dos tipos de magnetoterapia: la estática y la dinámica. La primera es la colocación de imanes y no tiene absolutamente ninguna eficacia ni indicación (se puede encontrar un documento más extenso en la web conprueba.es del Ministerio de Sanidad). La segunda, que requiere de máquinas de gran tamaño y campos magnéticos superiores al Tesla para que puedan ejercer un efecto fisiológicamente relevante, tienen estudios de no muy alta calidad que apuntan a que podrían servir para acelerar la curación de fracturas mediante la atracción de los iones de calcio de la sangre a la zona de interés, pero aún es bastante controversial y las pequeñas máquinas que suelen verse en clínicas están lejos de poder generar la magnitud necesaria de campo magnético. Cualquier otra indicación, además, no está avalada. En resumen, con máquinas potentes para casos de fracturas quizá podría servir ligeramente, pero no más allá de eso.