Lo primero que hay que definir es el significado de 'malo'. Si se refiere al efecto de la radiación electromagnética, tanto de WiFi como de 4G, en lo que respecta al efecto inductivo de la potencia de esa radiación en la materia orgánica, entonces es tan inocuo, oficialmente, como cuando estás despierto. Ahora bien, lo que se desconoce es el efecto de la modulación de las respectivas señales radioeléctricas en un cerebro durmiente. De hecho, tampoco se conocen por completo los mecanismos de mantenimiento y limpieza interna del cerebro en las distintas fases nocturnas. Hay experimentos al respecto, y parece que las células gliales tienen mucha importancia al dormir. Pero no se sabe si, por ejemplo, una onda electromagnética con cierta modulación y potencia emitida podría interferir con el correcto funcionamiento de estas células. Finalmente, desde un punto de vista psicológico, no debe ser nada bueno que tu inconsciente sepa que en cualquier momento el móvil pueda despertarte por una llamada inesperada, muy probablemente la calidad del sueño no será muy buena. Otra cosa es tener un despertador activado, el cerebro sabe que a una hora dada vas a despertar, y de hecho se activa un cronómetro biológico en paralelo (muchas veces te despiertas un poco antes de que suene el despertador, ¿verdad?). Por esto último es por lo que apago siempre el móvil al ir a dormir, salvo que sea posible que vaya a recibir una llamada importante.

El único riesgo existente es el de incendio si la batería está defectuosa. Actualmente, los móviles son aparatos seguros, emitiendo una radiación 1.000.000.000 veces menos peligrosa que los rayos X (inofensivas para el ser humano) y una potencia 10.000 veces más baja que un microondas. Eso sí, para un sueño más agradable se recomienda poner el móvil en silencio y sin vibración, para evitar que las notificaciones nos despierten.