Necesario no, conveniente, en bastantes casos sí, siempre y cuando los deberes (la suma de todos ellos) ocupen menos de una hora al día. Niños y niñas tienen derecho a realizar otras actividades, no solo en estar pensando en la escuela y los deberes. Repasar en casa suele dar buenos frutos para que, en un entorno de tranquilidad, se refuerce el aprendizaje realizado en el centro educativo

Los deberes tienen pros y contras. Su utilidad depende de la cantidad, la calidad y el propósito de las tareas elegidas. Los deberes pueden ser beneficiosos si no se convierten en una sobrecarga y si están enfocados en consolidar lo aprendido, fomentar el pensamiento crítico y desarrollar habilidades que los estudiantes podrán aplicar en otros contextos. Siempre se pueden optar por algunas alternativas como deberes flexibles (con una fecha más variable) para que los estudiantes hagan la tarea a su ritmo. O bien mandar actividades de autoevaluación, para que ellos mismos autoevalúen su comprensión de la asignatura.

En general no es necesario, pero hay casos en los que puede serlo, sobre todo para reforzar lo aprendido en clase, pero siempre de manera limitada para que no ocupe las horas libres del día en su totalidad.