Cuando calentamos una taza en el microondas, es común notar que el asa de algunas tazas se calienta mucho, mientras que en otras permanece fría. Esto se debe a los materiales y al diseño de cada taza, y a cómo interactúan con las microondas. El microondas funciona emitiendo ondas electromagnéticas que hacen vibrar las moléculas de agua y otras moléculas presentes en los alimentos y líquidos, generando calor.

Sin embargo, no todos los materiales reaccionan igual a estas ondas. Las tazas de cerámica o porcelana suelen ser seguras para usar en el microondas, pero si contienen impurezas metálicas o ciertos minerales, pueden absorber energía de las microondas y calentarse. Si el asa está hecha del mismo material que el resto de la taza, puede calentarse por absorción directa de las microondas o por conducción del calor desde el líquido caliente en el interior.

Además, si la taza tiene decoraciones metálicas, como bordes dorados o plateados, estas pueden calentarse rápidamente e incluso causar chispas, lo cual es peligroso. Los esmaltes o pinturas que contienen metales también pueden incrementar el calentamiento del asa. Por otro lado, algunas tazas están diseñadas con materiales que no absorben las microondas como ciertos tipos de vidrio o plásticos aptos para microondas.

Estas tazas suelen tener asas que permanecen frías porque no absorben la energía de las microondas y están diseñadas para minimizar la transferencia de calor desde el líquido caliente. Por tanto, te has preguntado por qué el asa de tu taza sale caliente del microondas, y la respuesta está en el material y el diseño de la taza. Al elegir la taza adecuada, puedes disfrutar de tu bebida caliente sin preocuparte por quemarte los dedos. En cambio, otras que contienen materiales que reaccionan con la radiación, se calientan.