En primer lugar déjame decirte que no se trata de ansiedad social, etiqueta que se utiliza a menudo por error. La ansiedad social se genera ante la situación, real o percibida, de ser foco de atención u objeto de interés por parte de los demás, como por ejemplo al hablar en público.
El agobio en los eventos multitudinarios es la agorafobia, del griego ágora con el significado de foro o mercado y fobia (miedo o angustia). Es la angustia que me produce estar en sitios con mucha gente. Un elemento crítico que precipita esa fobia es la sensación de inescapabilidad. Ese motor de la angustia es compartido por la ansiedad social, la agorafobia y la claustrofobia, el miedo a los lugares cerrados. Es decir: la inescapabilidad es una variable común, pero según la viva como incapacidad de escapar al escrutinio ajeno (ansiedad social) al lugar cerrado (claustrofobia) o al arrollamiento de la muchedumbre pues tendrá una u otra etiqueta.
¿Qué otras cosas diferencian a la agorafobia? La crisis de ansiedad no cursa con la necesidad de aislamiento social, solo de escape del tumulto. Además, un espacio recluido y apartado generará tranquilidad.
En situaciones tumultuosas tendemos a comportarnos como una manada, siguiendo todos una dirección al movernos, por ejemplo. Esa conducta suspende nuestro criterio, nuestro juicio y nuestra capacidad de decisión. Esa situación es la percibida como amenazante por la persona que padece la agorafobia.