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EN INVESTIGACIÓN ✨ 2 PISTAS

¿Qué quemadura es peor: la de agua hirviendo o la de aceite hirviendo?

Publicada el 01/08/2024

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Valoración aportada el 14-08-2024

En condiciones normales de presión, el agua destilada hierve a 100 °C. En las mismas condiciones, el punto de humeo del aceite de oliva virgen extra ronda los 170 °C; el del aceite de girasol refinado unos 230 °C; y el de otros aceites de consumo rondan temperaturas similares. 
  
Por lo tanto, el aceite hirviendo tiene mucha mayor temperatura que el agua hirviendo, haciendo que sus quemaduras sean más peligrosas, incluso teniendo en cuenta que la conductividad térmica del aceite es menor que la del agua. Además, por su naturaleza oleosa, el aceite se adhiere mejor a la piel y es más difícil de retirar, lo que hace que, en caso de accidente, haya mayor tiempo de contacto y la quemadura se agrave aún más. 

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Marcelo

0

Valoración aportada el 20-01-2025

La quemadura con aceite hirviendo suele ser peor que la de agua hirviendo, porque el aceite alcanza temperaturas mucho más altas que el agua antes de hervir y también se adhiere más a la piel. Mientras que el agua hierve a 100 °C, el aceite puede superar fácilmente los 150 °C o incluso llegar a 200 °C. Esto significa que cuando el aceite entra en contacto con la piel, causa un daño más profundo y severo. Además, como el aceite es más espeso que el agua, tiende a quedarse pegado a la piel en lugar de deslizarse rápidamente, prolongando el contacto y aumentando el daño. 

Por otro lado, el agua, aunque también puede causar quemaduras graves, se enfría más rápido y no se adhiere de la misma manera. Otra cosa distinta es el vapor. Las quemaduras por vapor de agua a presión suelen ser incluso más peligrosas que las de agua hirviendo o aceite caliente, porque el vapor puede alcanzar temperaturas muy altas y transferir mucha energía a la piel rápidamente. Además, como el vapor es un gas, puede penetrar más profundamente en los tejidos, causando quemaduras más graves en menor tiempo. 

Cuando el vapor está a presión, su temperatura puede superar fácilmente los 100 °C (la temperatura a la que el agua hierve a presión normal), aumentando su capacidad de causar daño. Además, el vapor puede cubrir una mayor área de la piel al dispersarse, y debido a su alta capacidad para liberar calor al condensarse sobre la piel, puede ocasionar lesiones profundas y dolorosas.