La lejía tiene en su composición compuesto llamado hipoclorito de sodio. Este compuesto es el que habitualmente confundimos con el olor a cloro, el cuál es un gas muy tóxico. Por ejemplo, las piscinas se desinfectan con lejía, no con cloro, y creo que esta confusión es la que lleva a pensar que la lejía huele a cloro.

Porque es una mezcla de agua, sosa (hidróxido de sodio) y cloro. El cloro se convierte en hipoclorito sódico que tiene un alto porcentaje de cloro puro

La lejía es una disolución de hipoclorito (HClO-). Este anión sólo es estable en medios con pH alto. Además, en presencia de iones cloruro (Cl-) sufre una reacción de dismutación para dar lugar a cloro elemental (Cl) y cloro gas (Cl2), proporcionando a la lejía un olor característico. A pesar de que el cloro es un gas irritante y tóxico, las concentraciones en las que se encuentran en la lejía para uso público no son peligrosas para la salud humana siempre y cuando se sigan las instrucciones de uso seguro de la etiqueta.

La lejía es esencialmente hipoclorito de sodio (NaClO) y agua. El hipoclorito de sodio se descompone lentamente, liberando cloro y oxígeno. Este proceso de descomposición es más rápido cuando la lejía se expone a la luz, el calor, o cuando entra en contacto con otras sustancias como ácidos o metales. El cloro liberado es lo que percibimos como el olor "a cloro" típico de la lejía.

Creo que es porque la lejía básicamente es hipoclorito de sodio, NaClO, que al abrir el bote y reacciona con el oxígeno del aire produciendo cloro molecular gaseoso, Cl2.

La lejía es el nombre dado a diferentes sustancias que, en disolución acuosa, suelen utilizarse como desinfectantes, decolorantes y en general como solventes de materias orgánicas. El elemento cloro es la base de los compuestos más utilizados, por ejemplo, la solución de hipoclorito de sodio (NaClO), que en disolución acuosa solo es estable en pH básico. Al acidular en presencia de cloruro libera cloro elemental, que en condiciones normales se combina para formar el gas dicloro, que es sumamente tóxico (1, 2, 3). (1) https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002488.htm (2) Arrieta, M., Ramón, M., & Jerónimo, S. (2020). Intoxicaciones agudas en el hogar: exposiciones por inhalación. Retrieved 7 November 2020, from https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1309802 (3) Lejía. (2024). In Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Lej%C3%ADa

Huele a cloro porque durante su uso se produce la emisión de cloro gaseoso. La lejía doméstica es una disolución fuertemente básica de hipoclorito de sodio (NaOCl). El NaOCl es moderadamente oxidante, pero si algún factor altera su pH y lo disminuye, se forman cantidades apreciables de HOCl, ácido hipocloroso. Éste es mucho más oxidante que el NaOCl. Además, cuando se usa la lejía para limpiar, y se aprovecha su poder oxidante (del NaOCl o del HOCl), cuando se pone en contacto con otras substancias (por ejemplo al limpiar), se producen pequeñas cantidades de HOCl y cloro gaseoso (Cl₂). De ahí el olor a cloro, que puede llegar a ser un problema serio en ambientes no ventilados, ya que el cloro gas es bastante oxidante y corrosivo.