Cuando hablamos, es fácil cometer errores de este tipo, que también se conocen como Lapsus Linguae. Estos errores no son aleatorios, sino que se producen como resultado de pequeños fallos durante el procesamiento. Son algo normal que nos ocurre a todos, y pueden darse en sonidos, trozos de palabras o incluso en palabras enteras. 
 
En el caso de Yamine Lamal (Lamine Yamal), se trataría de un error de intercambio: la Y pasan a ocupar el lugar de la L, y viceversa. A veces estos errores ocurren porque mientras pronunciamos una palabra estamos planificando la siguiente. Pero en este caso, además, puede ser porque los puntos de articulación de ambas consonantes (es decir, donde colocamos la lengua para pronunciarlos) están bastante próximos.