La respuesta corta es sí: en teoría los colores más oscuros absorben mejor la luz del sol, por lo que si ponemos objetos con todas sus propiedades físicas iguales (forma, tamaño, masa, conductividad térmica…) aquellos que tengan los colores más oscuros absorberán mejor la luz del sol y se calentarán más. Sin embargo, cuando llevamos este fenómeno al caso de la ropa, se vuelve más complicado y sutil. El hecho de que una cierta prenda nos abrigue más o sea más fresca dependerá cómo esta prenda permite que el calor de nuestra piel se transmita al exterior. Cuanto más rápido se transmita el calor de nuestra piel al exterior, más fresca será una prenda y cuanto más lenta sea esta pérdida de calor al exterior, más abrigados estaremos. Esta pérdida del calor corporal será más rápida cuanto mayor sea la diferencia entre la temperatura del cuerpo y la del ambiente y se produce por tres mecanismos físicos que ocurren de manera simultánea (conducción, convección y radiación), pero solo uno de los tres (radiación) depende del color de la ropa. 

Dependiendo de las circunstancias, cada uno de estos tres mecanismos puede resultar más o menos significativo, por lo que, según cada caso, el color de la ropa puede ser o no un factor importante a la hora de que una prenda abrigue más o menos. Esto hace que la respuesta no sea sencilla ni directa. Los aspectos a tener en cuenta son los siguientes:
- Conducción: Consiste en que el calor pasa entre dos objetos que se encuentran en contacto directo. Este mecanismo conseguirá que el calor se pierda con más facilidad del cuerpo cuanto más fina sea la prenda y también si el material de la prenda tiene una mayor conductividad térmica (una propiedad que determina cómo de fácil o difícil es que un material transmita su calor a través de este mecanismo). 
- Convección: Si uno de los objetos es un fluido (como es el caso del aire) el calor también se transferirá del cuerpo al exterior gracias a la aparición de pequeñas corrientes. En este caso, cuanto más holgada y abierta sea la ropa, más importancia tomará este efecto y menos abrigará la prenda. 
- Radiación: El calor también se puede transmitir entre objetos que no se encuentran en contacto directo gracias la emisión y absorción de ondas electromagnéticas (como la luz). Si un objeto emite estas ondas electromagnéticas (como es el caso del sol con su luz), este pierde calor y el objeto que las recibe, puede absorberlas y aumentar su calor. Sin embargo, hay materiales que absorben la luz con más facilidad que otros y aquí es donde entra en juego el color. Por lo general, aunque puede haber excepciones, los materiales que tienen colores más oscuros absorben la luz del sol mejor que aquellos con colores más claros y se calentarán con mayor facilidad. En el caso de la ropa, esta absorción de la luz solar, calentará la prenda, frenando la pérdida de calor hacia al exterior. 

Por lo tanto, siempre que la conducción y la convección sean iguales en ambos casos, una prenda oscura abrigará más que una clara. Además, este efecto es más significativo cuanto más intensa sea la luz del sol, por lo que en invierno y en días nublados este efecto será insignificante (comparado con los otros dos) a la hora de que la prenda abrigue más o menos.