Por desgracia, ninguna. No existe un bronceado saludable a menos que se consiga con autobronceadores y maquillaje. El bronceado de la piel es un mecanismo de defensa de la misma ante un daño que ya se está produciendo. Es decir, cuando la piel se oscurece por el sol, es que ya ha sido dañada con todo lo que eso implica (envejecimiento prematuro, aparición de manchas, perdida de elasticidad, aumento de la probabilidad de desarrollar un melanoma, ect). Al final es como el tabaco, el alcohol o las drogas. No hay una dosis segura. Los riesgos y los daños serán mayores cuanto más te expongas, por supuesto, pero nunca, nunca, son cero. Tampoco hay que obsesionarse. Al final es inevitable que en verano, sólo por hacer vida en el exterior, cojamos un poquito de color, pero no hay ningún beneficio en exponerse intencionadamente a ello. Así que, sal a la calle siempre con protector (hasta en invierno), renueva con frecuencia y evita la exposición innecesaria.