Tienes muchas posibilidades de que la cosa vaya a peor. 

En el siglo pasado, muchos de los aparatos que manejábamos eran mecánicos. Estos mecanismos a veces podían atascarse por suciedad e impurezas en los mismos o por imperfecciones derivadas del uso. En ese contexto es posible que dar un golpe ayudara a resolver el bloqueo temporal que se producía y resolvía la situación. 

Eso ya no es así: los aparatos actuales tienen un gran componente de electrónica: circuitos soldados, pantallas, altavoces. En este contexto, una parte de los bloqueos son de software: es la programación o la lógica del aparato la que se ha estropeado. Por ejemplo, si una página no carga en nuestro móvil, puede ser que estemos temporalmente sin datos, el servidor se halla caído u otras causas, todas externas a nuestro aparato. Si lo golpeamos, no conseguiremos nada. 

Incluso en el caso de que el aparato esté funcionando mal debido a un problema interno (un contacto suelto por ejemplo), esto sólo está obteniendo una solución temporal que en el fondo irá agravando el problema paulatinamente: puede que al agitarlo o golpearlo movamos ese contacto suelto y vuelva a funcionar, pero con el tiempo, acabaremos estropeándolo definitivamente. Así que todo se puede resumir en: