La respuesta corta es... no hay evidencia científica que corrobore su utilidad.

A diferencia de la descalcificación por medios físicos (membranas u ósmosis) o químicos (recomendados solo para tratar dispositivos pero no para agua de consumo en boca directo) los tratamientos magnéticos supuestamente se basan en la supuesta modificación de la estructura cristalina de la cal por el campo magnético. Es decir, no pretenden eliminar sales del agua mediante filtrado sino impedir su cristalización y, con ello, su deposito en la conducción o tubería. De ser cierto, la primera consecuencia es que, teóricamente, solo alargarían la vida de las tuberías y si acaso de los aparatos o electrodomésticos, ya que las sales de cal circularían sin depositarse. Pero no hay evidencia alguna que permita comprobar su efecto real ni ningún estudio serio que lo avale. 

Los sistemas magnéticos que se colocan alrededor de las tuberías, también conocidos como descalcificadores magnéticos, se utilizan con el propósito de reducir las incrustaciones de cal en las tuberías y equipos. Sin embargo, la efectividad de estos sistemas es un tema de debate tanto en la comunidad científica como entre los usuarios. A continuación se presentan algunos aspectos técnicos que se deben considerar para evaluar su eficacia.

En teoría, los descalcificadores magnéticos funcionan alterando las propiedades físicas de los minerales disueltos en el agua, principalmente carbonato de calcio (CaCO₃) y magnesio (Mg), que son los componentes principales de la cal. Se supone que el campo magnético cambia la estructura cristalina del carbonato de calcio de calcita a aragonita, una forma menos adherente, lo que reduce su capacidad para depositarse en las superficies de las tuberías y equipos.

Sin embargo, la evidencia científica sobre la eficacia de estos dispositivos es mixta. Algunos estudios sugieren que bajo ciertas condiciones, como la velocidad del flujo de agua y la composición química específica del agua, los sistemas magnéticos pueden tener un efecto en la reducción de las incrustaciones. Sin embargo, otros estudios no han encontrado evidencia sólida de que los campos magnéticos tengan un impacto significativo en la prevención de la formación de cal.

Además, el diseño y la potencia del imán utilizado, así como la composición del agua, son factores críticos que pueden influir en la efectividad de estos sistemas. Las variables ambientales, como la temperatura del agua y el pH, también pueden afectar su rendimiento.